Quiera Dios que los tiempos que nos toca vivir nos encuentre a loa argentinos muy unidos, frente a las adversidades y desafíos de tiempos que cambian. Asistimos a cambios que debemos asumir con la realidad de nuestras vidas en un mundo lleno de nuevos descubrimientos. La globalización dejo atrás un mundo de fronteras imaginarias. Será necesario incorporar la verdad como virtud que acompaña esos cambios, alcanzando más cercano en el tiempo los desafíos que ayudaran a encontrar una sociedad justa, solidaria y sincera.

Ello viene porque se escuchan voces que pueden demorar los desafíos que debemos asumir, como ya lo han realizado otras sociedades, tal el caso:

  •   Dicen luchar por una Universidad pública, cuando hace décadas es pública.
  •   Dicen luchar por una Universidad gratuita, cuando hace décadas es gratuita.
  •   Se escucha decir que la Universidad debe ser gratuita. Hace décadas muchas carreras de postgrado deben estar aranceladas.
  •   Pronuncian encendidos discursos de una Universidad para todos que tanto costo alcanzar, y mandan a disolver una sesión del Concejo Superior de la Universidad. Desconociendo que la ley de enseñanza superior prohíbe expresamente esas prácticas. Recordando así la noche de los bastones largos.

Hace pocos días el encuentro plurinacional de mujeres realizado en Jujuy (pluri: todos). Se reunieron desde su convocatoria en pro de la diversidad. Decían manifestarse por la convivencia e interacción en armonía y respeto mutuo entre varias culturas que coinciden en un mismo lugar.

Tan convivencia hubo esos días que la Iglesia Católica fue agredida. Las Basílicas Catedral y San Francisco de San Salvador de Jujuy. La Iglesia única destinataria de la violencia de esas horas, con expresiones verbales, actitudinales y pintadas. Presencias irrespetuosas y desafiantes a la hora de la celebración. No hubo armonía ni respeto. Si violencia. Obsérvese bien: Allí negaron y faltaron el respeto a la diversidad religiosa, a los creyentes, a los laicos. Con la Iglesia Católica no hubo diversidad, ni pluralidad. Fue en contra de la Iglesia.

Se advierte el poder de las palabras. El vocabulario y cartelería son imperativos, inmediatos y enfáticos: “Ya”, advertencias a la Iglesia como el empleo del verbo “arder”.

Con suficiente anticipación habían recibido la declaración de interés legislativo de la legislatura de la Provincia de Jujuy. Tal interés: ¿Incluía agresiones? ¿Incluía pintadas descalificadoras? No obstante, los días transcurridos desde entonces: No escuchamos ninguna opinión oficial o política que repudiara esas prácticas.

¿No era que en Jujuy había retornado la paz y el orden? A estar a lo que vivimos parece que hubo un recreo.

Lo lamento por lo que puede anidar en el corazón de algunas personas. De muchos silencios. De la obligación no cumplida de expresarse.

          No perdamos nunca la necesidad ni la capacidad de soñar.

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